Cinco frases para emprendedores… que deberías ir desechando cuanto antes

Raro es el blog o medio de comunicación que alguna vez no ha publicado algún artículo del tipo ’10 frases para emprendedores’, ’15 frases para motivar a un emprendedor’ o similar (lo reconozco, yo también lo he hecho).

Sin embargo, lo malo de recurrir a citas o frases célebres es que, al final, no son más que un grupito de palabras que pueden tener todo el sentido del mundo o pueden acabar desgastándose. Algunas, de hecho, pueden incluso acabar transmitiendo un mensaje que, lejos de ser beneficioso, acaben perjudicándonos a todos.

Reconozco que les tengo manía a las frases. Y, sobre todo, a algunas de esas frases con las que se nos llena la boca últimamente y que, en mi opinión, poco o nada tienen de cierto. Son algunas de las siguientes:

1.- “SI QUIERES, PUEDES”

Lo siento, no puedo con esta. La odio. Profundamente. Con todas mis fuerzas. La odio, la odio y la vuelvo a odiar. Por varios motivos:

• Es total y absolutamente falsa. ¿En serio? ¿”Si quieres, puedes”? ¿Siglos de pensamiento razonado en busca de la fórmula del éxito empresarial y resulta que “si quieres, puedes”? ¿Tan sencillo era? A poco que en tu trayectoria hayas tenido un mínimo de dificultades, sabrás que la vida es bastante más compleja que todo eso. Y aún no sabemos cuál es la fórmula del éxito, pero está claro que tiene muchos más ingredientes: trabajo, talento, oportunidad, dinero… incluso suerte.
• Es injusta. Puedo entender la buena voluntad de la persona que esgrime aquello de que “si quieres, puedes”: al final, se trata de darte un impulso motivador para que luches por las metas que te propongas, y eso siempre es digno de alabar. Sin embargo, puede acabar siendo contraproducente. Porque claro, si a alguien le vendes que “si quieres, puedes” y resulta que luego no consigue el objetivo que se había marcado, ¿qué pasa entonces? Si la fórmula era que “si quieres, puedes”, ¿resulta que este señor en realidad no quiso lo suficiente? ¿Te haces una idea de lo frustrante que puede ser lanzarle una frase así a alguien que no ha conseguido sus objetivos?
• Darwinismo social. Lo malo de frases como “si quieres puedes” no es sólo que sean falsas e injustas, sino que además abogan por un modelo que no sé a vosotros, pero a mí no me convence nada en absoluto. Porque al final, por muy buenas intenciones que tenga la frase, lo que hace el “si quieres puedes” es llevarnos a una especie de darwinismo social que reduce cualquier cosa a una fórmula estúpida que nos sumerge a todos en una especie de ley de la selva. Y no creo que eso beneficie a nadie.

2.- “LA ADMINISTRACIÓN SÓLO TE PONE TRABAS”

Reconozco que me quedo alucinado cada vez que veo algún estudio (por así llamarlo) cuya conclusión básica es que los políticos están en contra de los emprendedores, la administración pone trabas y, en definitiva, que todo está mal.

De hecho, hay un estudio que suele tomarse como referencia en este sentido: se trata del Doing Business, un informe que anualmente nos suele traer titulares del tipo de ‘Crear una empresa en España es más difícil que en Zambia’. Un titular muy atractivo, qué duda cabe, pero parcialmente falso. Y es que, si nos fijamos, veremos que en realidad lo único que hace el Doing Business es analizar el número de pasos y de días estimados para montar una empresa en cada país.

Y ahora, amigo emprendedor, hazte una pregunta: ¿de verdad crees que la mayor dificultad a la que te vas a enfrentar en tu trayectoria emprendedora es el número de días que tardas en constituir la empresa? ¿De verdad eso te va a traer más dolores de cabeza que conseguir financiación, convencer a tus socios, generar clientes o hacer todo aquello rentable? Sabes de sobra que no.

Entonces, ¿por qué solemos repetir continuamente la frase de que la administración sólo te va a poner trabas? Que no digo que en ocasiones no pueda ser cierto, ojo, pero me asombra que vivamos en un ecosistema que fomenta el esfuerzo, la lucha contra la adversidad, el trabajo duro… pero se pase la vida quejándose de que tiene que perder varias mañanas en una oficina tramitando aburridísimos papeles con una legión de funcionarios.

Que sí, que todo eso es un coñazo, pero, ¿tanto como para que repitamos la frase de marras como si realmente fuese un impedimento para emprender? ¿Alguien conoce a algún emprendedor que haya renunciado a montar su proyecto por agotamiento burocrático?

3.- “EL FRACASO ES BUENO”

A ver, seamos prudentes con esto. Porque claro, vivimos en un país en el que en muy pocos años hemos pasado de estigmatizar el fracaso empresarial… a casi alabarlo. Y los extremos casi nunca parecen una buena opción.

Venga, que levanten las manos los que abren su empresa pensando: “A ver si la cosa sale bien y fracaso”. ¿Alguien? No, ¿verdad? Otra cosa es que una vez que hayamos fracasado, en vez de sumirnos en la depresión o el pesimismo, intentemos sacar en claro algunas conclusiones, analizar nuestros errores y coger ese aprendizaje para las próximas aventuras.

Y eso sí parece bueno, ¿verdad? Y lo es, sin duda, pero tampoco nos pasemos y acabemos diciendo que fracasar es bueno. Porque, en todo caso, fracasar será  bueno… siempre que no has perdido una significativa cantidad de dinero por el camino. Mientras tanto, seamos sinceros: del fracaso quizá podamos aprender mucho, pero a nadie, absolutamente a nadie, le gusta fracasar.

4.- “TIENES QUE SABER COMUNICAR/VENDERTE”

Es una de las frases más concurridas desde que el emprendimiento se convirtió en una tendencia en España. Porque de un tiempo a esta parte se han multiplicado los eventos para/sobre emprendedores, la aparición de startups en los medios de comunicación masiva, la proliferación de charlas emprendedoras…

Y claro, vinculado a todo esto surge la figura del emprendedor/comunicador, que puede tener un gran valor comunicador y divulgativo, pero que no conseguirá hacer rentable su proyecto a base de ser el mejor conferenciante de la historia.

Fíjate en estos nombres: Milanuncios, Panoramio, SocialBro, Ducksboard… ¿Sabes lo que son? Empresas españolas a las que les ha ido muy bien sin que sus CEO’s hayan tenido casi presencia mediática ni social. Porque ser un gran comunicador y un buen vendedor de ti mismo siempre podrá ayudarte, no nos engañemos, pero en ningún caso será una conditio sine qua non para triunfar.

5.- “LOS EMPRENDEDORES SOMOS HÉROES”

Lo reconozco: a mí cualquier persona que sea capaz de pagar media jornada a un empleado ya me parece un ser superior. Bastante tengo yo con conseguirme mi sueldo a fin de mes como autónomo y a crear un poquito de empleo de vez en cuando… como para encima conseguir pagarle media jornada a alguien. Y si en vez de media jornada hablamos de 20 jornadas completas, ya ni te cuento.

Sin embargo, quizá deberíamos ir despojándonos de este tipo de frases. ¿Por qué? Porque no creo que ayuden mucho. En realidad un emprendedor tiene muchísimas cosas buenas de las que cualquier persona (emprendedora o no) puede tomar muy buena nota: se trata de una persona que se ha inventado su futuro, se ha construido un modelo laboral desde cero, está construyendo lo que hace un tiempo sólo era una mera idea en su cabeza, ha trabajado muy duro para sacarlo adelante, está asumiendo un riesgo enorme, incluso puede que esté dando empleo a otras personas…

Ahora bien, ¿convierte eso en héroe a un emprendedor? Quizá sí y quizá no, pero lo de menos es si se trata de una frase cierta o falsa. Lo importante (para mí, ojo) es que intentemos evitar las comparaciones, los juicios de valor y mirar por encima del hombro a nadie.

Porque, ¿acaso es menos héroe el empleado por cuenta ajena que apenas pudo estudiar pero ha conseguido labrarse un futuro laboral. O, ¿acaso es menos héroe el funcionario que realmente cree en la función pública y trabaja cada día por ayudar eficazmente al ciudadano? El mundo está lleno de héroes, y me temo que esa condición poco o nada tiene que ver con el modelo laboral de cada cual.

Entonces, ¿acaso los emprendedores no son héroes? Pues hombre, no lo sé, pero, como poco, parece una frase un poco arrogante, ¿no?

Imagen: Ana Belén Cantero Paz (Licencia CC).

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