Emprendedor, ¿quieres ser cabeza de ratón o cola de león?

Es una de las primeras preguntas que se hace todo emprendedor cuando empieza a darle vueltas a su idea: ¿cómo de grande es mi mercado? ¿Hay suficiente tarta? ¿Hay muchos players?

Y es que este es, sin duda, uno de los primeros factores que todos los emprendedores tienen en cuenta cuando se ponen a dar vueltas sobre la viabilidad (o no) de su negocio. Porque la ecuación no se reduce simplemente a si tu mercado es grande o si cabrás en él, ya que también puedes plantearte si no será mejor idea entrar en un mercado pequeño y convertirte en su rey.

En otras palabras: el eterno debate entre ser cabeza de ratón o cola de león.

1.- CABEZA DE RATÓN

El modelo parece claro: tu mercado es medianamente pequeño, y tu aspiración es ser el player que lo domine. Quizá no seas el emprendedor más ambicioso sobre la faz de la Tierra, pero oye, no seremos nosotros los que cuestionen tus objetivos.

Si este te parece un buen modelo, vamos a echarles un ojo a los pros y los contras:

Ventajas:

• Menos competencia. Si optas por un mercado pequeñito, es evidente que el número de potenciales competidores no se acercará, ni por asomo, al de un sector grande. Y, si tienes suerte, te será (relativamente) más fácil ser el mejor de todos.
• Players pequeños. La pesadilla de muchas startups es que un día, de la noche a la mañana, aparezca Google en su sector y se los lleve a todos por delante. Si tu sector es muy pequeño, tienes suerte: en principio, no debería llamar la atención de los gigantes tecnológicos.
• Más certidumbre. Tu mercado es muy pequeño, sí, pero eso tiene otra ventaja: en principio, debería estar sometido a menos incertidumbres: menos agitación, más estabilidad, menos movimientos en el sector, etc.
• Exit a un gigante. Como veremos más adelante, estar en un sector grande te dará más posibilidades de que un gigante tecnológico te compre si lo haces bien. Pero oye, estar en un mercado pequeño no tiene por qué cerrarte del todo esta puerta. Si tu sector es una minúscula pata de otro mucho más grande, quizá el líder del sector grande quiera comprarte para ofrecer un valor añadido a su negocio.

Desventajas:

• ¿Rentable? Cuando hiciste los primeros cálculos viste que el sector era pequeño, pero que había posibilidades. Y ahora que estás en él… ¿y si te equivocaste en los cálculos? ¿Y si resulta que es tan pequeño que apenas te es posible ser rentable? ¿Y si resulta que si era tan pequeño y había tan poca competencia… era por algo?
• ¿Crecimiento? Supongamos que has hecho las cosas bien y, pasado un tiempo razonable, te has convertido en el líder de dicho sector. ¡Enhorabuena! Si te conformas con eso, genial, pero… ¿y si quieres crecer? ¿Y si te has dado cuenta de que tenías bastante más ambición y ahora resulta que has tocado techo y no hay forma de ir más allá? ¿Y si no eres todo lo escalable que te gustaría?
• ¿Inversores? Que tu sector tenga un techo marcado puede derivar en otro problema: que a los posibles inversores no les interese (tanto) tu compañía. Porque si alguien invierte en una startup es para obtener un gran múltiplo; ¿y si tu proyecto no puede ofrecer esa ecuación?

2.- COLA DE LEÓN

El modelo de cola de león también está claro: estás en un sector gigantesco que no para de crecer (el ecommerce, por imaginarnos un ejemplo), de modo que tú aspiras, aunque sea, a llevarte un minúsculo (pero apreciable) trozo de tarta.

Ventajas:

• Tarta enorme. Sí, vale, el sector es gigantesco, macho, y aquí está hasta el apuntador: desde los gigantes mundiales hasta la pequeña startup que acaba de nacer. Pero oye, ¿tú has visto las cifras de crecimiento de ese sector cada año? ¿Tú has visto la interminable tonelada de millones de euros que está generando esa industria cada año? Si ese es tu caso, quizá incluso siendo un player pequeñito consigas arañar un trocito de tarta que, aunque sea muy pequeño, te traerá significativos beneficios.
• Inversores. Lo bueno de estar en este sector es que tus (aparentes) posibilidades de crecer son mucho mayores, con lo que llamarás más la atención de los inversores. Sí, seguramente les eche para atrás ver que estás en un sector en el que también están Google, Apple, Amazon o alguien así, pero si ven que tu ejecución es buena, igual se animan.
• Crecimiento. Si te preocupa tocar la cabeza con el techo, aquí no tendrás problema: es (casi) imposible que seas el líder de un sector multimillonario a nivel mundial, con lo que tu crecimiento ‘sólo’ estará frenado por la propia capacidad de tu empresa.
• Venta a un grande. Aquí sí que es mucho más probable que te compre un grande. Quizá porque llegaste antes que él, o quizá porque llegaste después pero lo estás haciendo mucho mejor. Sea cual sea el caso, lo importante es que una buena ejecución podría verse acompañada de un gran exit.

Desventajas:

• ¿Es tan grande? Sí, el sector visto desde fuera parecía enorme. Pero, ¿y si no lo es tanto? ¿Y si has fallado en tus cálculos? ¿Y si el sector será enorme dentro de unos años (pero no ahora) y para aguantar ese tiempo necesitas una financiación que no tienes?
• Players grandes. Lo sabías desde el principio: aquí vas a jugar con los grandes, con los auténticos gigantes de la industria. Lo que quizá no imaginabas es que, además de grandes, iban a ser tremendamente despiadados con los pequeños. ¿Y si resulta que los gigantes hacen que desaparezcas de un plumazo?
• Players pequeños. Va, supongamos que el mercado es tan gigantesco como suponías, que actualmente ya hay margen para ganar dinero e incluso que los grandes players están dejando que los pequeños se lleven su trozo. En ese caso, ¿no habrá una interminable lista de pequeños players luchando por lo mismo que tú? ¿No serán más de los que al principio habías calculado? ¿No seréis demasiados para el trozo de tarta por el que lucháis?

Seas cabeza de ratón o cola de león, puede que en algún momento necesites de inversión para continuar luchando por tu trozo de tarta del mercado. Y Startupxplore puede ayudarte en esa lucha consiguiéndote la financiación que necesitas para ello. ¿Quieres tu trozo de tarta?

SÍ, LO QUIERO

Foto: Ryan McGuire (Licencia CC).