Startups contra la discapacidad: apuestas innovadoras para ganar en accesibilidad
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Si muchos emprendedores se proponen cambiar el mundo con sus proyectos, algunos de ellos deciden hacerlo, además, ayudando a los que muchos olvidan. A pesar de algunas críticas, las startups también nacen entorno a ciertas causas sociales que no son, para nada, incompatibles con los negocios. Una de las muchas pruebas de ello es el nacimiento de UEIA, una aceleradora española que fue la primera en toda Europa en centrarse en aquellos proyectos de base tecnológica con un enfoque social. Fue creada en 2012 y, a lo largo de todos estos años, la infinidad de proyectos acogidos en su seno han demostrado que el emprendimiento social puede ser rentable.
UeiaOtro ejemplo más actual de el papel de las aceleradoras de corte social es la valenciana Socialnest, enfocados en crear negocios que no sólo se preocupen de la rentabilidad sino también de maximizar el impacto social de sus negocios. Socialnest
Uno de los proyectos desarrollados en UEIA trata de hacer más fáciles los desplazamientos de aquellos que más difícil lo tienen para moverse en coche por las ciudades. Su nombre es Disabled Park y permite localizar con facilidad plazas de aparcamiento reservadas a personas con movilidad reducida. En forma de aplicación, disponible tanto para Google Play como para iOS, Disabled Park no solo sirve para conocer, gracias a la geolocalización, dónde se encuentran estas plazas, sino también para denunciar aquellos casos en los que un vehículo no autorizado está ocupando una de ellas o incluso añadir en el mapa las que no estén localizadas.
Disabled ParkEste no es, ni mucho menos, el único proyecto tecnológico destinado a facilitar la movilidad de aquellos a los que les resulta más compleja. Otro caso es el de la startup francesa Wheeliz, conocida como el Uber de las personas con silla de ruedas. La historia de este proyecto es, en realidad, la de su fundadora, Charlotte de Vilmorin. La emprendedora encontró la inspiración durante un viaje a Estados Unidos, cuando descubrió lo caro que resulta alquilar un vehículo adaptado para personas con movilidad reducida. Así, a su vuelta a Francia decidió crear esta startup que pone en contacto a propietarios con discapacidad de este tipo de coches con posibles usuarios. WheelizSi De Vilmorin tenía que pagar unos 1.000 dólares (900 euros al cambio actual) por alquilar un coche adaptado durante diez días, en Wheeliz se recomienda a los propietarios dar la posibilidad de hacerlo por entre 50 y 60 euros al día. Con ello, los dueños harán algo de dinero y los usuarios no tendrán que gastarse una fortuna por viajar en coche. Por ahora, el servicio solo está disponible en Francia y, eso sí, se queda con un 30% de comisión de cada alquiler.
Más allá de estos proyectos destinados a personas con movilidad reducida, el emprendimiento social ha demostrado con creces no saber de limitaciones y, a día de hoy, ofrece herramientas para cubrir prácticamente todo tipo de necesidades. Con Aipoly, por ejemplo, aquellos que tengan problemas visuales encontrarán en su iPhone a un gran aliado. La startup australiana ha creado gracias a la inteligencia artificial una aplicación (solo para dispositivos con iOS) capaz de reconocer miles de objetos y colores. Disponible en varios idiomas, la app puede nombrar aquello que está ante la cámara del móvil o cuál es su color.
En solo unos meses, sus tres fundadores han pasado de tener un producto mínimo viable a desarrollar la aplicación al completo y alcanzar repercusión internacional. “Si estás construyendo algo que tiene buenos resultados sociales, entonces también será bueno para los negocios “, señala la creadora del proyecto, Marita Cheng.
“Si estás construyendo algo que tiene buenos resultados sociales, entonces también será bueno para los negocios” Marita Cheng, cofundadora de Aipoly
De hecho, los proyectos tecnológicos destinados a facilitar la vida de las personas ciegas hace tiempo que dejaron de ser una rareza en el mundo del emprendimiento, tal y como ha quedado demostrado en España con startups como NeoSenTec. No obstante, tampoco son los únicos. IrisbondTambién nuestro país ha visto nacer a Irisbond y Visualfy. La primera es una startup guipuzcoana que ha hecho del eye-tracking la herramienta con la que personas con movilidad reducida pueden controlar un ordenador gracias al desplazamiento de sus ojos. Por su parte, Visualfy ha creado una amplia gama de productos con los que adaptar la tecnología actual para que las personas con problemas auditivos puedan sacar todo el provecho. Por ejemplo, su app convierte las clásicas notificaciones de un teléfono móvil en avisos visuales y sensoriales, mientras que con su DSS (Deaf Smart Space), la startup valenciana ha entrado también en el mundo de las casas inteligentes: el dispositivo capta todos los sonidos de una vivienda y los convierte en una notificación móvil para que las personas sordas no se pierdan ni un detalle de cuanto sucede a su alrededor. VisualfyEn definitiva, el emprendimiento social no solo ha demostrado ser rentable, sino que goza de la suficiente popularidad como para poder afirmar que un buen número de startups (algunas de ellas, españolas) trabajan ya para cambiar el mundo ayudando con sus proyectos. Fotos: Wheeliz Únete a la mayor comunidad de startups e inversores