Entrevista a Marc Vidal: Fundador de Idodi Venture Capital

Hoy tenemos la suerte de poder presentaros a Marc Vidal, un referente inversor en compañías tecnológicas a través de varios fondos de inversión que gestiona, además de tener una exitosa trayectoria como blogger financiero y emprendedor. En esta ocasión, vamos a conocer un poco mejor quién es en esta entrevista que hemos realizado desde Startupxplore

¡Muchas gracias Marc por compartir tu visión y conocimientos con nosotros!
Marc Vidal

¿Nos cuentas un poco más sobre lo que haces y de tu experiencia?

Actualmente estoy centrado en tres proyectos profesionales todos vinculados a la economía digital o, mejor llamada, Nueva Economía. Desde Dublín dirijo la consultora en innovación y estrategia digital para empresas e instituciones que fundé hace unos años y que ofrece sus servicios a diferentes países especialmente Latinoamérica, España y, cada vez más, Reino Unido y la propia Irlanda. Con esta empresa ayudamos también a instalarse en Irlanda a algunas empresas que nos piden venirse aquí. Por otro lado estoy focalizado en dos fondos de inversión tecnológicos, uno vinculado a startups que nacen en España con vocación anglosajona y otro que se centra exclusivamente en las que se ubican en el tigre celta fundamentalmente. Colaboro también todo lo que puedo en otros proyectos como la aceleradora Conector o la e-brand RadikalVip. Cuando me queda tiempo escribo, colaboro en medios de comunicación, doy cursos, conferencias y viajo. He fundado diferentes empresas a lo largo de mi vida. Algunas fueron bien y otras no tanto. Conector

¿Cómo fueron tus primeras experiencias de inversión?

Inicialmente mis inversiones fueron muy tradicionales. Durante algunos años, los noventa, me dediqué a temas de bolsa, Trading e inversiones muy poco digitales. Incluso invertí en el sector inmobiliario hasta que interpreté que era imposible mantener el rendimiento por razones que todos ahora conocemos. Tras esa fase trasladé mis esfuerzos de inversión en mis propios proyectos que desde hace una década están centrados en tecnología e Internet. Más tarde empecé a invertir en startups de otros emprendedores directamente como socio y ahora lo hago, sólo, desde los fondos que gestiono por lo que ya no son inversiones personales sino a partir de los comités que deciden donde y como entrar.

Tienes uno de los blogs más interesantes y populares relacionados con negocios digitales donde lanzas reflexiones muy interesantes… ¿Qué papel ha jugado el blog en tu trayectoria?

El blog empezó hace más de diez años. Fue como un espacio personal de reflexión. De hecho nació para que mi madre pudiera leer de manera didáctica temas económicos que le interesaban y de los que muchas veces preguntaba. Sin saber como realmente, en poco tiempo, las visitas se fueron multiplicando. Fue la etapa dorada de los blogs de socioeconomía. Ha ido evolucionando como lo ha hecho mi vida. Pasó de hablar de conceptos económicos como la burbuja inmobiliaria, el PIB o la prima de riesgo a hacerlo sobre economía digital y startups. Desde hace unos cuatro años los temas son básicamente interpretar lo que significa la denominada ‘Cuarta Revolución Industrial’, ofrecer claves de inversión en startups y mostrar proyectos que me parecen interesantes o en los que directamente participamos con algunos de los fondos. La frecuencia es menor, un artículo semanal contra los dos diarios que escribía hace tiempo.

¿Qué os lleva a crear IDODI VC? ¿Cuál es vuestra tesis de inversión?

Hace cuatro años que estoy en Irlanda. Desde el primer momento detecté un detalle que consideré interesante investigar. Resulta que los fondos de inversión norteamericanos, sobre todo tecnológicos, tienen su base y sus comités de decisión ubicados en Dublín. Comprobé que hay miles de proyectos que se muestran a estos fondos con facilidad por el mero hecho de estar aquí. Muchos reciben inversión yankee y no dejan de ser startups que en España tienen dignos competidores. Pensé que aprovechando la cadena de relaciones y la participación en el ecosistema irlandés en el que me muevo, podía ayudar a alguna startup española a venir aquí y ‘dar a conocer’ su proyecto a esos fondos. Una vez lo sinteticé se lo trasladé a diferentes personas con alto conocimiento en diferentes campos para ver si les interesaba participar. Así fue como gente como Josep Mora, Marc Ros, Carlos Blanco, Carlos Guerrero, Daniel Lacalle, Risto Mejide, Santi Soliveres, Miguel Lobón, Oshcar Vidal, Carlos Otermin, Marta Perez o Jon Blazquez, decidieron sumarse al equipo gestor. La entrada en el fondo, como inversor es sencilla, pues está pensado en esta primera etapa que el ticket de entrada sea muy asequible. Estos fondos americanos nos dan la pista. Buscan startups en unos campos concretos, en un estado de desarrollo ‘series A’, invierten mucho y se llevan a las empresas a Estados Unidos. Hay muchos fondos en España y cada uno tiene su propio estilo o tesis. En nuestro caso es la de participar en proyectos que se encuentren cerca de una serie A, con producto validado, con un claro foco anglosajón y que estén dispuestos a desarrollarlo si les encontramos el camino factible. Le llamamos post-seed o pre-A. Buscamos prioritariamente invertir entre 50 y 250K euros aunque también variamos esas cantidades para adecuarnos a las rondas en las que entramos. Idodi Venture Capital

¿Participas como LP en más fondos?

Soy socio y advisor de un fondo que me hace mucha ilusión ser parte. Sitka Capital, dónde gente como Carlos Guerrero están haciendo un trabajo excelente. A veces vemos que incluso ambos fondos se complementan. Muchos de los inversores que estaban en Sitka ahora también lo están en Idodi Venture Capital. De hecho la idea, que nunca escribimos, se ha ido materializando. Sitka busca startups en fase seed. En Idodi invertimos en las que ya han pasado esa fase inmediata. Casi es una continuación que ofrecemos sin haberlo previsto. Realmente, de las dos últimas inversiones que acabamos de aprobar y que aun no son públicas, una es una post inversión con respecto a lo que ya se hizo en Sitka. Es muy interesante acompañar proyectos con dos fondos distintos. Sitka Capital

También fundé otro mucho más específico y de capital exclusivamente irlandés que se incluye en el proyecto Ceithre. Con este lo que hacemos es participar en proyectos muy de nicho y en los que ponemos a alguien en el equipo gestor. Invertimos en dos campos: en proyectos seed que vienen de la incubadora que tenemos en el Digital Hub de Dublín que suelen basarse en el comercio electrónico y en los que tomamos parte de manera importante y en otros proyectos IoT o Big Data pero sólo a partir de Series A o B.

Entre otras cosas se te conoce por ser un gran defensor de Irlanda, ¿por qué?

Me encanta este país. Cuando vives en otro país sueles tener una especie de ‘efecto agradecimiento’ si te va medianamente bien. Aquí no todo es fácil. Detrás de algunas cosas muy buenas se esconden otras que no lo son tanto. El clima es duro y la carga impositiva de tipo personal con tasas e impuestos indirectos, la falta de servicios, una sanidad pública inexistente o el coste de la vida que es mucho más alta que en España, lo complican un poco. Sin embargo es un país luchador, culto y tremendamente competitivo. Está muy bien conectado y el ecosistema tecnológico que se ha ido conformando en las últimas dos décadas lo convierten en un lugar muy interesante para las cosas que a mí me interesan.

Defiendo la Irlanda empresarial. La que ha hecho una apuesta por la tecnología, la que facilita el clima de los negocios y hace sencillo montarlos. Las ayudas, la tributación más baja y las facilidades para estructurar proyectos de innovación parten de una vocación de su gobierno actual y anteriores, de una acción política decidida por estos elementos. Aquí, de todo el empleo creado en 2015, dos terceras partes salieron de las 4000 startups que se crearon ese año. Cada día se fundaron 147 empresas tecnológicas en un país de apenas seis millones de habitantes. Esto no es sólo porque a la gente de aquí les guste hacerlo, es que hay posibilidades para que así sea. Hay voluntad política, empresarial y financiera.

“Defiendo la Irlanda empresarial. La que ha hecho una apuesta por la tecnología, la que facilita el clima de los negocios y hace sencillo montarlos.” Marc Vidal

Un impuesto de sociedades más bajo estimula la inversión, favorece que exportes más y te permite contratar más gente. De hecho siguen con su planteamiento de, cuanto menos impuestos, mayor beneficio. La recaudación fiscal sigue aumentando a pesar de ese bloqueo fiscal. Esa es la clave. La guerra por mantener una presión fiscal baja a las empresas está proporcionando una capacidad de crecimiento a las mismas muy importante. Sin embargo que nadie se lleve a engaño. Si quieres tributar desde aquí, deberás estar aquí. El resto de opciones no son compatibles con la legalidad o por lo menos con la legalidad inminente.

Google, Apple, Ebay, Amazon y decenas de grandes compañías tecnológicas no tienen aquí un P.O. Box como parecería según lo que se lee por ahí. Aquí hay decenas de miles de trabajadores de esas empresas currando, gastando y viviendo. Son cerca de 200.000 personas trabajando en tecnología en una ciudad de apenas dos millones de habitantes.

Cuando el gobierno irlandés hizo una apuesta por la reducción del impuesto que consideraron más tóxico para el crecimiento nadie les dijo nada. A sabiendas que sería muy duro, de golpe, reducir los ingresos y que eso generaría una situación muy difícil para la economía del estado. Fueron años duros, tardaron mucho en llegar a una especie de ‘break even’ que les proporcionara tranquilidad. Pero pasó. Años después, con esa reducción de la tributación corporativa muchas empresas decidieron instalarse aquí. Primero, y hay que aceptarlo, fue por lo atractivo de pagar menos. Segundo, y esa es la razón por la cual vienen ahora, por el ecosistema tecnológico, las oportunidades ofrecidas y la cercanía logística y efectiva con los Estados Unidos y con el Reino Unido. Irlanda crece cerca del 7%.

A título personal, mi suerte es que a mi me gusta la lluvia, el rugby, ese acento Irish que lo impregna todo, una buena pinta de Guiness, pasar la tarde en un pub con mi mujer y amigos, salir a recorrer paisajes increíbles y regresar dónde tenemos las oficinas en medio de una amalgama imperfecta de emprendedores y startups. Además, como viajo bastante, tener un aeropuerto tan bien estructurado como el de Dublín relativamente cerca de casa es una ventaja. Digamos que aquí estoy muy bien.

¿Cómo ves España a nivel de startups? ¿Qué desafíos tenemos?

España tiene startups que ya son referencia mundial. Tenemos emprendedores que están marcando el ritmo de la historia. La proyección internacional cada vez es más evidente. Nos faltan ‘unicornios’ pero llegarán. Falta esa relación con los fondos internacionales que también van empezando a formalizarse. Cada vez es más evidente que por calidad, relaciones y coste de oportunidad las opciones son muy favorables.

El problema es quien establece las normas y la acción política para que este ecosistema que se está fraguando de manera intensiva en muchas ciudades de España, no tiene un mapa meridianamente claro de lo que supone y significa todo ello. Leyes como la del emprendedor, la ‘Exit-tax’ u otras no hacen más que evidenciar que no hay patrón con conocimiento del tipo de mar que navegamos al mando. Vivimos una revolución industrial de cuarta generación en todo el planeta. No todos se están subiendo al tren y, lo peor, es que subirse tarde no sólo aleja la modernidad de tus ciudadanos sino que seguramente complicará la adaptación social a los cambios inminentes creando más paro u ocupación deficiente. Pero confío mucho en el futuro pues todo lo que veo cada vez me demuestra que el panorama startup español es equiparable al de otros países con mayores ventajas.

Si fueras Presidente, ¿qué 3 medidas serían las primeras que pondrías en marcha?

Bajaría el Impuesto de sociedades a fin de hacer competitivos nuestros productos internacionalmente y facilitar la exportación. Nombraría una Secretaría de Estado para las Startups dependiente del Ministerio de Economía directamente con todo lo que ello supone en soporte, ayuda, exposición internacional, etc. Además impulsaría que la pobreza infantil estuviera prohibida por Ley con lo que, Estado y Sociedad, estarían obligados a luchar de verdad contra ello.

¿A qué dedicas tu tiempo cuando no estás inmerso en tu actividad profesional?

A Lara, mi mujer, y a Max, mi hijo. Eso se deriva en deporte, cine, charlar, leer, andar, pensar en voz alta. Aprender observando a una mujer y ver el mundo a través de los ojos de un niño.

¿Un libro?

‘Solaris’, de Stanislaw Lem. Ahora bien, cualquier cosa escrita por Ray Bradbury o Arthur C. Clarke toman la categoría de ‘mi lectura favorita’.

¿Una frase que te inspire?

La segunda ley de Clarke: ‘La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de dichos límites, en lo imposible’.

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