¿Nunca has invertido en startups? Cinco claves para empezar a coinvertir

La inversión en startups tecnológicas es algo muy reciente en nuestro país, pero, por suerte para todos, cada vez es más frecuente ver operaciones de este tipo.

En este sentido, cada vez son más las personas que, con más o menos dinero, deciden destinar parte de su patrimonio a invertir en este tipo de compañías, un tipo de inversión de alto riesgo pero también de alto retorno potencial. Por que al invertir en startups por primera vez hay varios desafios que debes tener en cuenta:

• ¿Tengo acceso a las mejores oportunidades? A menudo las startups más interesantes cierran sus rondas de inversión “en cerrado”… y lo que se queda en abierto quizás no es de la misma calidad
• ¿Sé como negociar con ellas y valorarlas?Si hay algo complicado en las primeras inversiones es precisamente negociar la entrada y valorar la inversión para decidir si vale la pena o no (es decir, saber analizar y leer el mercado, la estrategia de ejecución, el plan de inversión…etc)
• ¿Sé qué clausulas debo utilizar para proteger mi inversión? Aunque una vez hayas hecho unas cuantas inversiones serán algo obvio, al principio es complicado saber qué cláusulas poner (derechos de drag along, tag along, vetos…) y hasta qué punto negociarlas.

Por todo ello pensamos que es una gran ayuda tener un guía experimentado a la hora de escoger entre las diversas posibilidades que existen a la hora de invertir y que nos ayude a resolver los problemas mencionados.

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Si nunca antes has invertido pero quieres empezar a hacerlo, quizá te interese la coinversión en startups que ofrecemos en Startupxplore. Si es así, permítenos que te recomendemos una brevísima guía con algunas de las preguntas que debes hacerte antes de ponerte a invertir en una startup.

1.- ¿CON QUIÉN VOY A COINVERTIR?

Sin duda, la primera pregunta que debes hacerte. Y es que una de las mayores ventajas de la coinversión en compañías es que no vas a ir solo, sino que estarás acompañado por inversores con experiencia en esto con un track record probado que liderarán la operación, lo que siempre te va a aportar un plus de confianza y fiabilidad.

Así que, cuando veas una ronda abierta, fíjate en quiénes están liderando esa coinversión: ¿qué trayectoria tienen? ¿En qué otras compañías han invertido? ¿Cuántas desinversiones han hecho? Toda esta información no sólo te servirá de ayuda antes de coinvertir, sino que además te proporcionará un análisis muy detallado de los que serán tus compañeros de viaje y con los que podrás aprender a invertir por ti mismo.

2.- ¿ESTOY DIVERSIFICANDO EL RIESGO?

Si nunca has invertido en ningún tipo de compañías, es probable que si ves una que te guste y que creas que va a triunfar, decidas invertir casi todos tus recursos en ella. Total, cuanto más inviertas más retorno tendrás, ¿verdad?

Sin embargo, si alguna otra vez has hecho inversión en empresas (sean tecnológicas o no) seguramente ya hayas una aprendido una poderosa y valiosísima lección: nunca hay que meter todos los huevos en la misma cesta. Y es que, por muy buena pinta que tenga esa startup de la que te acabas de enamorar, créenos: no es una buena idea apostar todo tu dinero a ella. Porque como lo pierdas… se acabó.

En otras palabras: más vale hacer diez inversiones de 10.000 euros que una de 100.000 (por muy buena pinta que tenga la de 100.000)…

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3.- ¿CÓMO ES SU SECTOR?

A la hora de analizar a la startup en la que quieres invertir, independientemente de que confíes plenamente en el inversor con el que coinviertas, siempre es positivo tener un conocimiento medianamente amplio de todo aquello que la rodea y su sector de actividad.

Por ello, es importante que le eches un ojo detallado al sector en el que se mueve: en qué consiste, qué posibilidades de innovación hay, cómo de grande es el pastel, si tiene mucha competencia o no, qué tipo de competencia es, si hay un player grande, si ese gran player puede pasarle por encima o puede llevar a cabo una compra…

Y sobre todo, aplica la misma filosofía de la que hablábamos antes: igual que no debes poner todos los huevos en una sola empresa, tampoco lo debes hacer en un solo sector.

4.- ¿CUÁNTAS RONDAS DE INVERSIÓN LLEVA?

Si aplicas al proceso de coinversión, seguramente ya obtengas todos los detalles financieros que necesitas: cuánto está facturando la empresa, cuál ha sido la evolución en ese sentido, cómo andan de (posibles) beneficios, cuánto dinero ganará a corto y medio plazo, qué posibilidades hay de que su producto sea escalable…

Sin embargo, hay otro dato al que también accederás y que no te interesa desechar: ¿cuántas rondas de financiación lleva la compañía? Puede que en principio no te parezca una pregunta vital, pero lo cierto es que te dará otras muchas informaciones de lo más relevantes: cuántas veces han necesitado dinero, cuánto tiempo ha pasado entre una ronda y la siguiente, qué porcentaje ha cedido ya el equipo fundador, cuánto está dispuesto a seguir cediendo…

Esto lo debes cruzar con la información que tienes sobre su negocio, su velocidad de crecimiento…etc y sobre todo, del tamaño de la oportunidad (¿cuál es el múltiplo o potencial de revalorización para mi inversión?). En cualquier caso, ya inviertas en startups a través de Startupxplore o co-inviertas en directo, siempre es buena idea confiar en el criterio y experiencia del inversor que lidere la operación.

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5.- ¿QUIÉN FORMA EL EQUIPO?

Si te dedicas (o te quieres dedicar) profesionalmente a la inversión, seguramente ya seas un experto que sepa leer e interpretar cifras de negocio mejor que nadie, ¿verdad?

Y tienes toda la razón del mundo, ojo, ya que acaban constituyendo el mejor retrato robot de la compañía en la que quieres invertir. Sin embargo, en los primeros tiempos es complicado ver ese potencial… y

quizá deberías hacerte también una pregunta que no muchos se hacen con la debida profundidad: ¿quién forma el equipo de la startup?

¿Por qué es tan importante esta pregunta? Porque las startups suelen tener equipos muy pequeños, con lo que el factor humano cobra aquí una especial importancia. No sólo por el perfil de los empleados (una alta rotación nunca será una buena noticia), sino, sobre todo, por el del equipo fundador.

Y es que las circunstancias de la compañía o del propio mercado pueden cambiar en cualquier momento, y en ese instante será vital que el equipo sepa reaccionar, adaptarse a las nuevas circunstancias y seguir creciendo. Y eso, amigo mío, nunca lo sabrá predecir un cuadro financiero…

Imagen: Ryan McGuire (Licencia CC).

Y por cierto…

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