‘RestartUp’: una serie ‘made in Spain’ para enseñar a emprender a toda Europa

Kate, Lola, P.J. y Christopher son los jóvenes protagonistas de RestartUp, una web serie que muestra con una divertida historia la evolución de un proyecto emprendedor, desde la idea original hasta la búsqueda de inversión, pasando por todos los obstáculos y dudas que, como es normal, asaltan a sus impulsores.

Cada uno de los chicos procede de un estado de la Unión Europea. Después de todo, el mensaje que la producción audiovisual quiere transmitir está dirigido a todos los emprendedores del viejo continente.

Se trata de la una simpática iniciativa del Grupo Secuoya que, con financiación de la Comisión Euopea, ha impulsado la plataforma FACE Entrepreneurship, en la que se enmarca la serie de trece episodios, junto con otros vídeos de entrevistas, testimonios y charlas. Todo ello configura una hoja de ruta para emprendedores en forma de tablero de juego interactivo. El contenido digital se complementa además con diferentes eventos celebrados en ciudades europeas.

El objetivo es alentar a los jóvenes a superar sus miedos y lanzarse a crear su propio negocio, pero sobre todo a enfrentarse cara a cara con el riesgo y la posibilidad de fracasar.

La trama muestra una situación bastante cercana a la realidad: Kate ha trabajado en prácticas (gratis, además) durante dos años para una empresa. En el primer capítulo, la joven está ilusionada porque es su último día, y espera que su jefe le permita firmar al fin un contrato definitivo. Sin embargo, lo único que este le ofrece es una carta de recomendación.

La situación, que en principio supone un duro golpe para la chica, acaba convirtiéndose en una oportunidad para, como dice el título de la serie, comenzar de nuevo y seguir un camino diferente, el de luchar por un proyecto propio junto a sus amigos, convertidos en compañeros de trabajo.

Aunque RestartUp ha sido diseñada específicamente para servir de ejemplo a los jóvenes europeos, no es la única serie que refleja, con o sin humor, el espíritu emprendedor.

Uno de los títulos que sin duda plasma el camino de obstáculos es Silicon Valley, una apuesta de HBO que cuenta la historia de seis amigos informáticos que viven en la cuna californiana de la tecnología. Casi por casualidad, dan con una idea que llegará a valer millones de dólares.

Durante los capítulos de la serie, que ya va por su tercera temporada, la audiencia puede conocer de verdad los entresijos del emprendimiento: sus protagonistas nos muestran cómo buscar inversores, elegir los socios, diseñar un plan de viabilidad y elegir la imagen de la firma. Pese a abundar los golpes de humor ácido y el sarcasmo, lo cierto es que Silicon Valley profundiza en las reflexiones y miedos de estos chicos que intentan abrirse paso en el mundo tecnológico.

Otro de los los títulos sobre emprendedores, tecnología y mucho humor es la webserie española Growing Geeks que trata sobre el mundo de las startups. Esta ambientada en la ciudad de Valencia y producida por GeeksHubs. A través de sus capítulos, la webserie pretende dar a conocer el ecosistema emprendedor en Valencia en el que jóvenes, aceleradoras, incubadoras, espacios de coworking, inversores e instituciones públicas colaboran para poner en marcha proyectos innovadores.

La idea de las protagonistas de Dos chicas sin blanca, una producción de la Warner Bros que cuenta con cinco temporadas, no tiene que ver con la tecnología, pero satisfará a los más golosos. Las veinteañeras de la serie quieren montar un negocio de venta de cupcakes. Aunque los sorteen de diferente manera, acaban encontrando los mismos obstáculos que los informáticos del valle californiano: enseguida se enfrentan a la necesidad de pedir dinero para abrir su tienda. Y pronto se dan de bruces con el fracaso. Reflejan, de nuevo, esa lucha por sobrevivir de todo emprendedor, reinventándose para comenzar de nuevo las veces que haga falta.

Y frente a estas series imbuidas de modernidad, existen otras que, si bien no aluden a términos como startup, inversión de riesgo o cupcake, están repletas de lecciones para los emprendedores modernos (y de todos los tiempos). En la lista figuran nombres míticos como Mad Men, Breaking Bad o incluso House of cards.

Don Draper, el protagonista de la primera, deja clara la importancia de ser creativo y la necesidad de esforzarse para desarrollar un proyecto distinto al de los competidores. Sin embargo, Frank Underwood (House of Cards) representa la otra cara de la moneda, la ambición llevada al extremo: si el deseo de triunfar supera un límite, puede convertirse en algo enfermizo.

Nombrando a Breaking Bad no queremos, ni mucho menos, incitar a nadie a empezar en un negocio ilícito. Pero si algo puede enseñarnos Walter White es que el secreto para triunfar radica en encontrar tu talento y convertirlo en un medio para ganarte la vida.

Por último, vale la pena citar un par de títulos con historia. Ambientada en los años 80, Dallas muestra las ventajas e inconvenientes de sacar adelante un negocio familiar, y las luchas de poder que pueden surgir en cualquier empresa. Claro que los Edwings no tenían que dirigir una startup, sino una compañía de petróleo.

Pero si hay alguien que de verdad se sacrifique y sufra por mantener su firma, ese es Tony Soprano. Dejando a un lado que en Los Soprano predominan los asuntos de mafias, Tony puede servir como ejemplo de líder comprometido y entregado a su negocio.

Más allá de esta recopilación, seguro que existen otras series inspiradoras y protagonistas que sirvan de ejemplo a los emprendedores. ¿Cuál es tu favorita?

Fotos: Grupo Secuoya (1,2), HBO y AMC

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