Las ‘startups’ se abren paso en el rígido sector de la abogacía

Categorías: Startups

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El de los juristas no es, precisamente, el ámbito profesional más innovador que existe. Sin ir más lejos, en España, en pleno 2016, la Administración ha tratado de crear una plataforma con la que facilitar los procesos judiciales acabando con el papel en juzgados y tribunales. A pesar de que esta iniciativa ha llegado con más polémica que acierto, aún hay esperanza para el cambio: la abogacía también ha logrado atraer a inversores y emprendedores.

En un entorno de crisis y mientras los propios despachos apuntan hacia una revolución estructural del sector para evitar el colapso, lo digital va ganando cada vez más peso, creando nuevas oportunidades que van en dos líneas bien distintas: por una parte, la de proyectos que faciliten el trabajo a los abogados y, por otra, el desarrollo de herramientas que permitan sustituir a los letrados cuando su trabajo no sea imprescindible.

Ese último es el caso de la startup española Formaldocs. El proyecto lanzado por la joven aragonesa Iris San Martín permite a los usuarios crear contratos personalizados a muy bajo coste.

Formaldocs

Desde esta plataforma low cost, los usuarios pueden crear sus propios contratos de alquiler, compraventa e incluso pactos de socios por precios que van desde los 10 hasta los 23 euros. El coste es asombrosamente bajo, siendo hasta veinte veces más barato que la gestión con un despacho de abogados.

Los intentos de sustituir a los juristas por herramientas innovadoras van mucho más allá de una web para crear contratos y, claro está, no es solo una tendencia española. De hecho, fuera de nuestras fronteras es donde nació Rocket Lawyer, la plataforma británica que inspiró la creación de Formaldocs y que opera también al otro lado del Atlántico.

Es también en Reino Unido donde nació, hace tan solo un par de meses, DoNotPay, un robot abogado que aconseja a los británicos qué hacer para recurrir una multa o poner una reclamación.

chat

Su creador es Joshua Browder, un estudiante de solo 19 años que creó esta plataforma en 2015 para recomendar a los ciudadanos la mejor forma de evitar pagar multas. Pasado el tiempo, este precoz emprendedor decidió automatizar su función y crear un chat gestionado por inteligencia artificial. “Se parece a Facebook Messenger, pero en lugar de hablar con un ser humano, los usuarios están hablando realmente con un robot”, explica el propio Browder.

Además de encontrar en DoNotPay al consejero legal que necesitan, los internautas también pueden acudir a otras startups para evitar pasar por un despacho de abogados. Por ejemplo, aquellos que quieran hacer su testamento solo tendrán que acudir a Willing, la plataforma que permite dejar por escrito las últimas voluntades en una web y que cuenta con el apoyo de pesos pesados de Silicon Valley.

No obstante, los profesionales de carne y hueso aún pueden respirar tranquilos: según un estudio realizado por la consultora McKinsey & Company, ni la mejor inteligencia artificial de hoy en día llegará a ser más que un modesto abogado. Por ahora, el margen que da el propio estudio a la tecnología a la hora de sustituir las funciones de un profesional de carne y hueso son bastante escasas: según los investigadores, solo el 13 % de las labores de un abogado tienen actualmente potencial de ser automatizadas.

Pero las startups jurídicas tienen un abanico mucho más amplio de posibilidades a la hora de innovar. Los emprendedores no solo pueden aspirar a sustituir a los letrados con sus herramientas, sino que la innovación también puede hacer más fácil la labor de los juristas.

En esa horquilla se encuentran otros tres proyectos españoles: Nubbius, Terminis y eGarante. El primero es el paquete creado por una startup granadina para que los abogados puedan tener en la pantalla de su móvil todo el software que necesitan para su día a día. Desde almacenamiento de expedientes e información en la nube (cumpliendo, eso sí, con la protección de datos) hasta la gestión de los distintos clientes puede realizarse a través de esta aplicación española.

Otro de los proyectos más relevantes a nivel nacional es Terminis, compañía focalizada en generar evidencias digitales de cualquier contenido publicado en Internet, lo que ayuda no sólo a generar esas evidencias digitales para reputación digital (comentarios, posts…etc), propiedad intelectual o incluso en casos de acoso en internet y ciberbullying.
terminis

Por su parte, eGarante hace de todo lo que sucede en la Red una prueba certificada. El proyecto, que cuenta con el beneplácito de la Guardia Civil, permite a los ciudadanos certificar los contenidos de cualquier web o correo electrónico para que tengan validez en un juicio. Ante la posibilidad de que cualquier contenido delictivo sea eliminado o modificado, eGarante hace las veces de testigo independiente.

En definitiva, un buen puñado de emprendedores parecen empeñados en demostrar que la abogacía también puede ser un sector innovador y abierto a la inversión y al cambio. Sus startups ya lo están haciendo, y quién sabe si, dentro de no mucho, sus abogados robot lo dejarán aún más claro.

Foto: Formaldocs

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