Emprendedor, ¿estás seguro de que quieres montar ‘el Uber de’ o ‘el Spotify de’?

Pasa con mediana frecuencia: nace una startup a nivel local (sea en España o en cualquier otro país) y su fundador recurre a las comparaciones, diciendo que su compañía es ‘el Uber de las maletas’, ‘el Spotify de los libros’, ‘el Google de los médicos’, ‘el Tinder de la comida’… y así un largo etcétera.

Y tú, ¿lo has hecho alguna vez? No te negamos que el claim puede ser medianamente bueno, pero también puede llevar consigo una serie de consecuencias negativas.

Si te parece, vamos a repasar algunas de las ventajas y desventajas de optar por esta curiosa opción de naming alternativo:

VENTAJAS

1.- Buen reclamo. No lo vamos a negar: que la gente te conozca como ‘el Uber de…’ es un reclamo tremendo. De hecho si tu negocio es B2C, un reclamo como este será aparentemente muy positivo para llegar a tus posibles usuarios y que se acuerden de ti más fácilmente.

También puede (sólo puede) que esto constituya una buena forma de gustar a posibles inversores. Ojo, ninguno va a invertir en tu compañía sólo porque consigas que se te conozca por ese sobrenombre, pero no te vamos a negar que, como poco, conseguirás llamar su atención.

2.- Atractivo para los medios. No te voy a engañar: si uno de los objetivos de tu startup pasa por conseguir presencia en los medios de comunicación, un ‘eslogan’ de este tipo puede ayudarte mucho.

Seguramente el periodista que acepte este sobrenombre y así lo publique no esté siendo lo más deontológico posible, pero lo cierto es que con un reclamo así ganarán casi todos: ganará el periodista, porque le has puesto en bandeja un tema que se venderá solo; ganará el medio, porque, al margen de la calidad del contenido, es muy probable que un artículo con ese titular tenga muchos clicks; y ganarás tú, porque, si lo que intentabas era salir en los medios, lo habrás conseguido.

3.- Posicionamiento. Si intentas entrar en la mente de tus posibles usuarios, te darás cuenta de que con cierta frecuencia hay gente que suele buscar este tipo de comparaciones. Y tiene su lógica: si alguien –por ejemplo– está encantado con Spotify y es un empedernido lector de libros, es medianamente probable que en un momento dado haga esa búsqueda.

Sirva Google Trends como ejemplo. Imagina que tienes un comparador de hoteles y has hecho todo lo posible para posicionarlo como ‘el Uber de los hoteles’. Pues mira cómo han evolucionado las búsquedas en los últimos meses:

¿Es un volumen enorme de búsquedas? Es evidente que no. ¿Quiere eso decir eso que la gente iba buscando ‘el Uber de los hoteles’? Es evidente que no. Ahora bien, ¿está experimentando esa búsqueda un clarísimo aumento? Es evidente que sí.

DESVENTAJAS

1.- Porque tú lo digas… Así que eres el airbnb de la limpieza, ¿eh? Y eso, ¿quién lo dice? ¿Tú? ¿Tus socios? ¿Tus inversores? ¿Tus amigos y familia? ¿Alguien más fuera de tu círculo cercano? Si tu respuesta es NO, tenemos un problema.

Y es que seguramente ya lo sepas, pero no está de más que lo recordemos: que digas que eres el Spotify de los libros no te convierte en el Spotify de los libros. Ni mucho menos. Y si recurres a una comparación que te viene enorme, quizá el resto de la gente no lo vea con muy buenos ojos.

2.- No eres nada original. Si has decidido (auto)denominarte ‘el Tinder de las empresas’ o ‘el Spotify de los vídeos’, seguramente tardes muy poco en darte cuenta de una cosa: no, no has sido nada original.

Bastará con que te des una ligera vuelta por Google para descubrir que tu claim es tan bueno… que ya se le ocurrió antes a otra decena de empresas. Con lo que ahora resulta que estáis 10-15 compañías luchando por una comparación que, además, seguramente no se ajuste a la realidad.

3.- Repulsivo para los medios. Antes decíamos que el epíteto puede ser muy atractivo para los medios, ¿verdad? Pues lo sentimos, pero también puede repelerlos.

Porque si pillas a un periodista perezoso seguramente la cosa encaje, pero si no… me temo que tienes un problema. Créenos, a los periodistas nos llegan todas las semanas correos de empresas que aseguran ser ‘el Uber de’ o ‘el airbnb de’. Y lo malo de esto es que, como sabemos que tu comparación dista mucho de ser cierta, en cuanto la veamos escrita en tu nota de prensa pasaremos a desconfiar de ti al instante. Y quizá eso no sea demasiado ético por nuestra parte, pero créenos: mucho menos ético es querer aparentar lo que no se es.

De todos modos, si estos motivos a favor y (sobre todo) en contra no te han hecho desistir y sigues empeñado en autobautizar a tu startup con alguno de estos epítetos, sentimos darte malas noticias: hay muchos que ya están cogidos.

Los puedes encontrar en esta curiosa infografía. Seguramente no haga para que cambies de opinión, aunque quizá sí para que te des cuenta de que no has sido el primero en pensar esta comparación.

Imagen principal:  Dennis Skley (Licencia CC).

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